Göthe-Universität. Aprovecho mi estancia, para impregnarme de la fuerza intríseca del Expresionismo Alemán; “expresión y actitud” de sus propios sentimientos. A estos artistas los unía la convicción de mirar más allá de lo superficial; el arte ya no debía reproducir lo visible, sino hacer visible.
El Expresionismo Aleman, fue el punto de partida de un proceso de transmutación de la realidad que cristalizó en el expresionismo abstracto y en el informalismo. La meta será la síntesis de todas las artes. Empleando la línea y el color de un modo temperamental y emotivo, de fuerte contenido simbólico. Cuya influencia, ya se podia apreciar en los trabajos de artistas foráneos, como O. Kokoshka y G. Rouaul, entre otros.
Comprendí que fue un movimiento de gran diversidad estilística y extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. (Goya, Greco, Munch, Modigliani, Grunewald, Orozco, etc.)
De esta etapa alemana, me impactan dos grupos de forma especial:
Me impactaron los argumentos, agresivos, de soledad y miseria; que reflejaban el alma atormentada de Nolde y Kirchner, entre otros. Etapa en la que intento expresar, de forma subjetiva, la esencia del ser humano y de la naturaleza. Con colores estridentes en las obras, dando a éstos mayor importancia que a los contornos o las formas
Este gupo, del Expresionismo Alemán, tuvo muchos seguidores. Aun cuando se distinguió por su carácter de estilos tan heterogéneos. De entre estos seguidores, me atrapan: Paúl Klee, Franz Marc y, en menor medida, Kandinsky: “el arte es expresión del espíritu, siendo las formas artísticas reflejo del mismo”.