"Cuando empiezo una obra nunca sé cómo acabará. Los cuadros son como escenarios de la vida misma, que nacen y evolucionan. Es como la relación entre la obra de teatro y el espectador. No se puede describir ni prever de antemano la acción de los actores. Rothko decía: "Huir de la representación permitìa mayor claridad; la eliminación de todos los obstáculos entre el pintor y la idea y entre la idea, y el observador."